Cápsula de café para los verdaderos amantes del café

Una pregunta con cierta “polémica”:

¿se puede preparar buen café utilizando cápsulas?

La respuesta es simple: sí. Por eso, las cápsula de café de Wolstton es el perfecto para los amantes del café.

Lógicamente un chef elige el método de elaboración para preparar un plato, puede ser una cocina de gas, un horno eléctrico o al vapor o a las brasas. En cualquier caso, la elección dependerá del objetivo que se quiera conseguir y de las circunstancias que rodeen al momento. A veces se elige por comodidad; otras para conseguir resultados concretos; y otras, simplemente, por gustos personales.

En el mundo del café sucede lo mismo, los distintos métodos de elaboración ofrecen distintos niveles de dificultad y lógicamente, diversos resultados que se adaptarán a nuestras circunstancias, gustos y estilo de vida.

Desde hace unas pocas décadas ha surgido un sistema innovador que ha revolucionado de un modo absoluto el mundo del café, este ha sido el sistema de cápsula, que podría definirse como:

• un soporte para elaborar café de forma unitaria: unidosis o monodosis
• un método para poder elaborar un café espresso que precisa de una maquinaria relativamente económica y accesible.
• un sistema fácil y sencillo que permite elaborar un café espresso en el hogar, en nuestro lugar de trabajo o de ocio

La cápsula de café: un sistema cuestionado por expertos. Y con cierta razón.

El primer inconveniente surge por su capacidad, la cantidad de café que contiene son 5,5 gramos. Dependiendo de la variedad del grano, del tueste y de la cantidad de agua, podría ser poca cantidad para elaborar café un expreso en perfectas condiciones. Si esto es así, ¿cómo consigue la industria cafetera obtener resultados relativamente satisfactorios de un café espresso en cápsula? A través de las siguientes claves:

• utilización de cafés de variedad Robusta (los más baratos del mercado con un sabor fuerte, amargo y astringente)
• un exceso de tueste que prioriza el resultado visual sobre el resto de las sensaciones organolépticas del café (el café espresso de cápsula que se muestra en la publicidad suele tener más de un dedo de crema y un color oscuro, incluso añadiendo leche.)

Esto nos da como resultado cafés con cuerpo, crema y color, pero totalmente quemados, con sabores amargos, aromas a goma quemada y otros similares, muy astringentes, con aromas planos, sin matices positivos, agresivos en el paladar y en el post gusto, sin la acidez ni dulzor natural propios de la calidad de los cafés arábicas de altura bien tratados y tostados

Por este motivo muchas personas expertas afirman que con este sistema no se puede elaborar café de calidad.

¿Cómo hacemos en Wolstton para ofrecer un café de altísima calidad en cápsula?

Dicho en pocas palabras, hacemos lo contrario al resto, añadiendo los mejores Cafés de Especialidad y tostando en su punto ideal para cuidar dichos orígenes.

• El blend: no basta con utilizar grandes cafés de origen para que el resultado sea el mejor, creamos blends en los que cada origen aporta lo mejor a la mezcla. Y así creamos equilibrio, extracción, redondez, regularidad en el resultado y un sabor y aromas únicos e inimitables. Es, precisamente, dicha mezcla la que optimiza el resultado en cápsula.
• El punto óptimo de tueste: mucho más bajo que el aplicado por los fabricantes industriales, lo que nos permite cuidar del resultado al máximo, mimar nuestros orígenes de café y ofrecer una opción más saludable a nuestros consumidores. Para ello no hay más que comparar el color de tueste del café Wolstton con el del resto de cápsulas del mercado, el nuestro es más claro y natural, menos forzado.
• Los parámetros propios aplicados a la elaboración de la cápsula fruto de nuestra investigación: no podemos revelar toda nuestra tecnología creada, pero podemos comentar que una de las acciones consiste en añadir una mayor cantidad de café en las cápsulas para mejorar dicho rendimiento. El resultado se puede observar fácilmente al ver que nuestro café cae más lentamente a la taza, tarda algunos segundos más en elaborarse, optimizando de este modo la extracción.